viernes, 2 de septiembre de 2022

La cometa

 Hacía frío , era invierno o al menos lo parecía . El mar furioso golpeaba con fuerza contra el rompeolas y las ráfagas de viento sembraban la playa de agua salada y arena .El cielo estaba oscuro casi negro anunciando una muy reciente tormenta y en ese marco oscuro resaltaba una cometa rosa , con sus lacitos blancos y sus tiras colgando .

Resistía las embestidas del viento con una manejo suave y firme y siguiendo el frágil hilo que la manejaba podía verse la pequeña figura de una niña y sus coletas , sostenía con ambas manos los mandos e intercambiaba fuertes tirones con soltadas de cable y en cada intercambio la cometa va alcanzando altura y cogiendo fuerza , la niña cambia la dirección de su mirada con frecuencia hacia la derecha donde un poco más alejado observándola se encuentra sentado un hombre fumando un cigarro .
La cometa sube más y el cable se acaba , el viento la empuja y los mandos van soltándose poco a poco de sus manos pequeñas y frías (“ no quiero ponerme guantes porque se me escurre “) y la cometa sube y sube mientras la siguen unos ojos enormes con una lagrima enorme en cada uno de ellos , esos ojos llorosos vuelven ahora a mirar al hombre sentado y la niña corre hacia él hasta lanzarse en un abrazo , lleva un abrigo largo donde se refugia la niña del frío y la rabia , el hombre la rodea con su brazo mientras le besa despacio el pelo y le retoca las coletas.
-“ No quiero hacerlo más. Se acabó “dice llorando la niña “era mi favorita “
El hombre está riendo y continua arreglándole las coletas, la niña levanta la mirada y revuelve un poco la cabeza
-“lo digo en serio papá, era la mejor cometa que nos había salido, era mi favorita y me costó mucho trabajo hacerla para volverla a perder .No quiero hacerlo más “
-“Sabes que si cariño, que lo volveremos hacer otra vez .Una y otra vez y además sabes por qué “
Ella le estaba mirando sin lágrimas ya y le abraza evitando contestar…
-“¿Sabes por qué verdad ¿
Con nuestras propias manos construiremos cuidadosamente una cometa de colores, la adornaremos con detalle y buen gusto. Un día de tormenta iremos a la playa a jugar con ella. Sólo tenemos dos opciones: dominar el artefacto o saber aceptar su pérdida. Hasta el día que lo consigamos no dejaremos de hacerlo.
Le recita la niña como cantando la tabla del 7, el la está sonriendo y la besa cuando acaba
-“¿y sabes un secreto ¿”
-“ si , que te quiero mucho “ - le contesta ella riendo y desafiante mientras se levanta y sale corriendo por la playa mirando atrás para comprobar cuando se levanta el hombre y acelerar el paso

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